Llevo algún tiempo dándole vueltas a un tema que me llama bastante la atención. En las últimas semanas he visto en los foros muchos hilos acerca de la varianza, gente quejándose de sus malas rachas, etc… Nada nuevo, por supuesto, pero me he dado cuenta de lo mal que la gente encaja una mala racha y las conclusiones que puede sacar de ellas. Y no sólo jugadores relativamente inexpertos, cosa que es comprensible, sino gente con una gran cantidad de manos a sus espaldas, lo cual sí que es preocupante.
No ser capaz de afrontar correctamente un down es probablemente uno de los leaks más graves que puede tener un jugador de Poker, llegando incluso a truncar por completo su carrera. Nos guste o no, el Poker tiene un componente aleatorio importante, y mucha gente tiene problemas para comprender las implicaciones de ello. Esto tiene que ver con la propia naturaleza del cerebro humano.
Nuestro cerebro es uno de los mejores buscadores de patrones que existe. Tan bueno que es capaz de detectar patrones incluso donde no hay absolutamente ninguno, y esto es precisamente el origen de la superstición. Por ejemplo, nuestro cerebro tiene un mecanismo muy desarrollado de reconocimiento de caras, ya que es una habilidad social muy importante para nosotros, y esa es la razón por la que la gente constantemente ve caras en paredes, rocas, en Marte o en las nubes.
Además, la tendencia natural del cerebro es atribuir a estos patrones alguna causa o agente dotado de intencionalidad, ya sean seres superiores, alienígenas, agentes conspiratorios… y descartar la pura casualidad. Todo esto no es más que un mecanismo evolutivo que nos protege de las amenazas. Imaginaos que vais por el bosque y escucháis un ruido en la maleza. Podéis creer que es sólo el viento, o que se trata de un peligroso depredador que os quiere merendar. Si pensáis que es un depredador cuando en realidad no lo es, el coste del error no es demasiado importante, la verdad. Sin embargo si en realidad es un depredador y pensáis que es el viento sí lo es, y mucho.
Volviendo al tema que nos ocupa, esto explica el porqué de las teorías disparatadas que todos hemos oído sobre las salas trucadas que benefician a los fishes, o que me hacen perder cada vez que hago un cashout o libero un bono. Se trata simple y llanamente de nuestra naturaleza como seres humanos, pero debemos ser conscientes de ello y no permitir que nuestra mente nos engañe.
A la hora de afrontar una racha negativa podemos cometer varios errores.
Por un lado, subestimar el impacto que la varianza puede tener a corto plazo sobre nuestras ganancias. Un down de, por ejemplo, 10 o 20K manos no debería hacer que nos salten las alarmas en principio, o peor aún, hacernos entrar en tilt. Sin embargo es muy habitual ver protestas airadas cuando un jugador tiene unos resultados muy por debajo de su EV. Probablemente más de uno se sorprendería de la muestra colosal de manos que deberíamos tener para que nuestro winrate sea mínimamente significativo. No me extenderé más sobre este punto, pero recomiendo que leáis el artículo de Vedast “La varianza vista gráficamente”, que podéis ver en su blog de Intellipoker.
Por otro lado y aunque parezca contradictorio, tampoco debemos caer en el error de achacar las causas de todas nuestras pérdidas a la varianza. Esto también es bastante común, y muy peligroso. Mucha gente se queda atascada en un nivel, y cree que está jugando de forma óptima, pero no gana porque recibe muchos bad beats, o los setups lo han perjudicado. Existe una teoría dentro de la psicología conocida como teoría de la atribución que estudia este tipo de fenómeno. Lo que viene a decir es que hay personas que tienden a atribuir su propio éxito a factores internos (habilidad, esfuerzo…) y sus fracasos a factores externos (suerte, influencia de terceras personas…). ¿Os suena, verdad? Hay cientos de ejemplos de esto. Si has aprobado el examen es porque has estudiado mucho, sin embargo si lo suspendes es porque era muy difícil, la culpa es del profesor, etc.
Sigmund Freud dijo: “He sido un hombre muy afortunado, en la vida nada me ha sido fácil”. Si no sabemos aprovechar las dificultades para sobreponernos y mejorar como jugadores estamos condenados a estancarnos. Una mala racha debería impulsarnos más aún si cabe a reflexionar sobre nuestro juego y buscar errores que nos pueden estar costando mucho más dinero que la mala suerte que podamos haber tenido. Todo lo demás está fuera de nuestras manos, por lo que no deberíamos perder nuestro tiempo preocupándonos o quejándonos por ello.
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